Aunque tú no lo sepas, te busco
cada noche entre mis sábanas y te encuentro, entre mis sueños y mis anhelos,
ahí estás, con tu respiración entrecortada y tu media sonrisa característica de
cuando estás durmiendo.
Dos corazones, un solo latido.
Dos vidas, un solo sentido.
Aunque tú no lo sepas, me
despierto sobresaltado y te busco, ya despierto, pero no te encuentro. No
reconozco tu perfume, tu aroma de princesa de cuento, y me siento solo, sin
aliento, contando días, minutos y segundos, para nuestro reencuentro.
Dos corazones, un solo latido.
Dos vidas, un solo sentido.
Aunque tú no lo sepas, sólo vivo
para y por ese momento, en que te vea aparecer, sonriendo. No sé si la emoción
empañará mis mejillas, no sé si mi corazón cabrá en mi pecho, sólo sé que
jamás, jamás, volveré a irme lejos.
Dos corazones, un solo latido.
Dos vidas un solo sentido.
Aunque tú no lo sepas, yo te lo
digo. Mi corazón es tuyo. Tu corazón es mío. Toda una vida juntos nos espera, y
sólo anhelo ese momento, ese instante,
en que a través de mi piel, pueda sentir tus latidos.
Dos corazones, un solo latido.
Dos vidas, un solo sentido.