miércoles, 1 de febrero de 2012

Secretos enterrados.

Encontré por casualidad el camino a tus secretos;
a los de alcoba y a los verdaderos, los de dentro,
los que duelen y no borra el tiempo, grabados con lamentos;
escondidos en tu seno, bañados por el miedo
a expresar tus emociones, a que puedan conocerlos
y robarte tu pasado plagado de tintes negros;
vacío de orgullo, rebosante de arrepentimientos.

No llores; conmigo están a salvo, enterrados;
deja atrás esos momentos, que aunque no olvidados,
hibernarán en los rincones más lúgubres y oxidados
de lo que un día llamaste alma, ahora un paraíso olvidado,
que quizá jamás existió para tí, o dejaste simplemente de lado;
para evitar cargas tan pesadas en tu corazón ya lastimado,
y escapar de las condenas y perdones jamás otorgados;
por los que un día pagarás, aunque ese día aún no ha llegado.

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